ENCE se ha comprometido a minimizar los impactos ambientales de la fábrica mediante la asunción de las normativas vigentes y la incorporación de una amplia batería de criterios de sostenibilidad ambiental e integración paisajista, como es de esperar en una actividad industrial moderna. Se trata de conseguir que la fábrica, además de continuar siendo un foco de actividad productiva, se convierta en un elemento de identidad local y un referente de las políticas correctoras a escala nacional. Operaciones como la sustitución del dióxido de cloro por Agua Oxigenada, la construcción de una nueva depuradora en 2006, la consecución del Plan de Eliminación de olores desarrollado desde 2009, o la eliminación de la gran mayoría de Vapor de Agua, se complementan con la tan necesaria Integración Arquitectónica y Paisajística del complejo edificatorio que aquí se desarrolla.

El paisaje gallego; un paisaje tan rotundo y singular que se busca que sea éste, precisamente, el referente fundamental de la estrategia de intervención que aquí se presenta. Por ello la propuesta no va fundamentalmente encaminada a construir o generar un nuevo paisaje, sino que pretende diluir la fábrica entre los elementos preexistentes; la ría y los bosques de ribeira.

Las herramientas que usa el proyecto para hacer «desaparecer» lo construido es un juego de reflejos, transparencias y elementos vegetales gracias al cual, se pone en valor e incluso queda perceptivamente multiplicado y velado, un entorno de alto valor paisajístico y medioambiental. Bosquetes se unen a este juego, difuminando la frontera entre el reflejo y la realidad, abrazando y desdibujando la planta, transformándola en el propio paisaje. El principal argumento del proyecto por tanto es la puesta en valor del entorno de la fábrica.

Combinando esta operación con una serie de intervenciones medioambientales en los diferentes estratos (arbóreo, arbustivo y tapizante) y otras ligadas a mejorar el ciclo del agua, se consigue una operación integral que mejora tanto la imagen como el funcionamiento y el cuidado del medio ambiente de la planta de ENCE. Estas dos caras de la propuesta se combinan para trabajar de manera unitaria. La pantalla se ajusta al contorno del «núcleo duro» del complejo generando entre éste y el perímetro del ámbito, un espacio colchón que funcionará a modo de amortiguador visual. En este colchón, los ecosistemas autóctonos de Galicia adquieren una importancia clave en la integración total de la planta. Siguiendo la distribución marcada por la catena lógica de los bosques de ribera, se crea una envolvente verde que abraza a la fábrica naturalizándola.