Vamos a la Rábida. Mientras cruzamos sobre el Río Tinto ya podemos ver recortado el ámbito sobre la marisma. Los tonos azulados y violáceos de las Jacarandas nos dice que estamos a punto de llegar…

La propuesta mejora la sensación medioambiental y paisajística del lugar mediante la modificación de parámetros cromáticos, olfativos e higrométricos. La percepción unitaria de la operación se consigue mediante la creación de una masa vegetal compuesta de especies con alta capacidad de absorción de metales pesados, con un alto índice de fijación de CO2, y una alta eficiencia en la generación de Oxígeno.

Nuestra metodología consistirá en “derramar” un patrón abstracto que ocupará los intersticios, vacíos y espacios degradados, y después obligarla a que éste responda a la problemática de cada punto con una solución concreta.
Utilizamos el patrón aplicándolo como una condición abstracta capaz de asumir diferentes condiciones de contorno. La inserción de este patrón inicial en un ámbito con una serie de condiciones o variables específicas, implicará crear mutaciones que generarán nuevos espacios y usos públicos.
Se plantea una doble estrategia: encontrar una condición o patrón que nos permita domesticar la zona propuesta y aplicarlo mediante un estudio preciso de las necesidades programáticas de dicha zona. La idea organizativa del patrón a base de bandas permite relacionar elementos de naturalezas diferentes y conectarlas convirtiéndose en una estrategia global, para la gestión de las diferentes complejidades de la ciudad. Estas bandas podrán interactuar con los procesos de desarrollo del ámbito, modificándose y adaptándose a las necesidades concretas de los ciudadanos en las zonas más consolidadas. Se trata de una organización abierta, capaz de absorber las modificaciones posteriores, consecuencia del desarrollo del proyecto en el tiempo.

Entre cada uno de los atractivos existentes en el ámbito podemos encontrar una serie de espacios, que en muchas ocasiones se encuentran degradados. Se trata de comunicar racionalmente los diferentes monumentos y puntos de interés del ámbito, creando nuevos recorridos, cualificando los espacios en desuso, y aportando nuevas áreas de interés. Proponemos sistemas abiertos, que trabajan las fronteras, los límites… que trabajan sistemas que con el tiempo y la voluntad popular, sean capaces de amarrarse a lo urbano y lo natural, adaptándose a cualquier situación de contorno.
La inserción progresiva de equipamientos y usos irá activando cada uno de los espacios actualmente degradados…

Es preciso que exista una continuidad en la red de carriles bici y los senderos que llegan al ámbito. Se refuerza esta red con la mejora de los puntos de acceso a los caminos, con la colocación de bicicleteros en los nodos y con la conexión de los senderos existentes en la comarca.
Además la propuesta, a través de su eje de actividades, refuerza la conexión del ámbito con la Vereda del Antiguo Camino de Moguer a La Rábida por el Norte, con la Vereda de las Cumbres por el Este, y con la Vereda del Estero Domingo Rubio al Sur.
En lo referente a vehículos motorizados, en el conjunto se plantean cuatro bolsas de aparcamientos para coches y autobuses conectadas entre sí por viario rodado. La posición estratégica de las mismas permite una racionalización del suelo ocupado ya que cada bolsa da servicio de forma simultánea a diferentes equipamientos. La vegetación en las bolsas de aparcamiento está pensada para minimizar el impacto de la contaminación producida por los vehículos, tanto a nivel del aire, como del subsuelo.